Este 2020 se cumplieron cinco años desde que la Selección Chilena de Fútbol logró el primero de sus mayores logros de la historia: ganar la Copa América 2015, organizada en el país con una impecable gestión de la ANFP y liderada por el ahora infame Sergio Jadue.
Pero una organización de máximo nivel no sirve de nada si tu equipo tiene el nivel de San Marino. Afortunadamente, la Roja, comandada por la generación dorada del fútbol chileno, logró quedar en la historia gracias a un rendimiento sublime que le permitió superar a todos sus rivales y terminar llevándose la gloria en una gran final contra Argentina.
Chile versus Ecuador: Empezar ganando
El camino no fue sencillo. El sorteo (????) hizo que Ecuador, México B y Bolivia fueran los rivales de primera ronda. En el primer partido, Chile se impuso con claridad desde la ceremonia de los himnos, gracias al Niño Iluminati:
Y luego gracias a un penal que le cobran solo a los equipos locales:
Ecuador igual tuvo sus chances en el partido, como un cabezazo en el palo que sirvió para meterle algo de emoción al asunto y también como advertencia de que por arriba la defensa tenía algunas complicaciones.
Luego del susto, vino un gran contraataque que terminó en gol de Vargas y asunto finiquitado; ahora, a pensar en México C.
Chile versus México: Un empate inesperado
Como ya es costumbre, México mandó una selección alternativa a la Copa América, ya que los titulares estaban disputando una copa de cartón cuyo nombre en este momento no recuerdo pero estoy seguro no es la Sudamericana. Y aún así, se las aprovecharon para amargarle la noche a Chile abriendo la cuenta cuando todos pensaron que sería coser y cantar (?)
Chile pudo recuperarse rápido de la impresión y pasar arriba gracias a unos notables cabezazos de Vidal y Vargas, respectivamente.
Vidal marcó un doblete en este partido, convirtiendo otra vez un penal que a él mismo le hicieron. Pese a ello, el resultado fue inesperado porque los mexicanos se las arreglaron para empatar, para alegría del Piojo Herrera.
Los pelotazos largos siempre complicaron a la defensa de Chile y México F le sacó provecho:
El partido terminó 3-3 y sirvió para demostrar que, pese a la superioridad teórica, no había rival fácil. Bueno, tal vez el del partido siguiente, aunque la selección igual se complicaría en la previa.
Chile versus Bolivia y un Ferrari
Este partido tuvo una historia más allá del 5-0 final. Porque en los días previos, Vidal cometió una evidente torpeza (?) en uno de sus ratos libres y chocó su Ferrari en plena carretera a la salida del casino, como se puede ver en el GIF a continuación:
Este hecho provocó un tembleque de grandes proporciones en el equipo pero gracias a la notable intervención de DON Sergio Elías Jadue Jadue, Vidal se mantuvo en el plantel pese a que parte del staff técnico lo quería sacar. Eso sí, su castigo fue tener que llorar en público:
Luego de esto, Vidal fue incluso titular en el partido contra Bolivia y se notó que andaba con la cabeza en otra, porque debe haber sido su partido más bajo. Pero eso no fue impedimento para meterle una manita (?) a los bolivianos con doblete de Aránguiz, un gol de Alexis, un golazo de Medel y un autogol de Raldes.
Lo más destacado de este partido fue la joyita de Gary Medel:
Y además Alexis por fin le achuntó al arco para abrir la cuenta:
Chile versus Uruguay: El dedo que nos marca el camino
Sin lugar a dudas, este fue EL partido de la copa. Los uruguayos eran los campeones defensores en ese momento y venían con la etiqueta de derrotar locales. Pero pese a lo mezquino del marcador final, Chile fue ampliamente superior frente a un rival que vino a puro (?) defenderse y pelotear a Cavani.
Y aún así, los de la provincia igual se las arreglaron para meter susto con este disparo que Claudio Bravo desvió al estilo Nelson Tapia: mirando.
El problema fue que en ese momento Uruguay ya jugaba con uno menos por la expulsión de Cavani, que minutos antes le había propinado un cachetazo gratuito a Jara:
Sin embargo, después sabríamos que tan gratuito en realidad no fue:
Esta expulsión provocó un cierto descontrol en Uruguay, aunque pese a eso se siguieron defendiendo de manera brutal. Hasta que en el minuto 80, Isla logró lo que parecía imposible y marcó uno de los goles más gritados de toda la copa:
El siguiente ángulo hace ver ese tiro como una hazaña:
Con el 1-0 casi consumado, los uruguayos entraron en modo locxra y se pusieron a pegar y a reclamar todo (lo normal en ellos, dicho sea de paso). Hubo una segunda expulsión y Muslera al parecer se enojó con el lineman, pero no queda muy claro:
Hasta el Maestro Tabárez entró en la mocha, aunque menos mal estuvo Jorge Valdivia presente para calmar los ánimos.
Finalmente el marcador no se movió más y Chile se metió en semis, lo que provocó la algarabía de la entonces presidenta del país, Michelle Bachelet Jeria. Recuerdos de cuando en Chile había presidente.
Chile versus Perú: El complicado penúltimo paso
La semifinal contra Perú fue un partido complejo para Chile, que pudo empezarlo perdiendo perfectamente en un cabezazo de Farfán que por fortuna, dio en el poste:
Minutos más tarde, Zambrano se ganó una merecida expulsión gracias a la torpeza (?) de meterle un planchazo en la espalda a Charles Aránguiz. Zambrano being Zambrano.
Chile empezó ganando este partido gracias a un carambolesco gol de Vargas, aunque luego lo empataría Perú con un aún más extraño autogol de Medel.
No importa Gary, aquí te bancamos siempre:
Luego del empate peruano, es seguro que muchos hayan tenido algo de susto porque no es que Chile haya dominado en ese partido como contra Uruguay, por ejemplo. Lo bueno es que Vargas andaba prendido y de la nada sacó un chut de 30 metros que si bien fue golazo, también contó con la inestimable ayuda de Gallese que saltó hacia abajo:
Con el 2-1 consumado, venía el último paso: la final contra la Argentina perdedora de Messi.
Chile versus Argentina: 100 años de espera
¿Acaso el destino quería que la primera gloria llegara frente al rival más inalcanzable de la historia de Chile? La verdad es que sí. Chile llegaba jugando bien y con quizás marcadores más apretados de lo que mereció, pero era el equipo más aceitado del torneo. Argentina por su parte descansaba en Messi y un puñado de buenas individualidades, por lo que el pronóstico era muy reservado.
Y el partido respondió a esa expectativa, porque al menos en los 90 iniciales las oportunidades estuvieron repartidas. Primero, Vidal casi anota con una volea que Romero sacó apenas:
Y Argentina respondió con un tiro libre de Messi que, por la distancia y el ángulo, fue mucho más complicado de lo que parecía:
De todas formas, en ese primer tiempo el highlight fue este saludo de Medel:
En el segundo tiempo del partido, hubo un par de cosas para destacar. Primero, una volea de Alexis que si la hubiera hecho en el Arsenal, entraba:
Pero lo peor para Chile fue que se pudo repetir lo de siempre: perder en el minuto 90. Una escapada de Messi que nadie cortó terminó en Higuaín errándola a un metro del arco, aunque en defensa del delantero hay que decir que llegó bien exigido porque el pase de Lavezzi no fue el mejor.
Yo creo que en ese momento todos sufrimos algún tipo de microinfarto.
Llegado el alargue, las cosas siguieron igual de tensas pese no pasó mucho más que una escapada de Alexis en el 105 que no fue gol de milagro, aunque hay que darle mérito a Zabaleta que cerró muy bien:
El 0-0 final nos llevó a lo que nadie quiere: definir una final en penales.
Chile versus Argentina: La definición final
Y en la tanda, Chile fue absolutamente superior y de alguna manera reflejó lo que fue el trámite del partido. Comenzando con el penal de Matías Fernández que, para muchos, es el penal perfecto.
Y la verdad es que de cualquier ángulo se ve inatajable:
Messi fue el único de los argentinos que terminó embocando un penal. Bravo estuvo cerca, pero tendría su revancha en 2016.
Vidal respondió anotando el suyo, aunque no sin algo de suspenso ya que Romero logró manotear y casi la desvió.
Y en el tercer penal de toda la definición es donde empieza la debacle argentina. Gonzalo Higuaín, no contento con perderse el gol del campeonato en el minuto 90, mandó su penal a las nubes.
En cambio, Charles Aránguiz reventó la malla:
Y con el penal de Ever Banega, se empezaron a morir los argentinos. Claudio Bravo adivinó el lado y cuando se lanza un penal con tal displicencia, atajarlo es lo normal:
Así las cosas, llegó el momento de la gloria. Alexis Sánchez, que no había hecho especialmente un gran torneo (aunque había sido factor en varios partidos pese a tener un solo gol en su registro), tenía designado el cuarto penal y el destino quiso que fuese el definitivo. Este final de película ya se lo hubiese querido Cristiano Ronaldo.
El penal de Alexis fue un panenka imperfecto que, sencillamente, empujamos todos:
Y con este penal, se acabó el torneo y pudimos gritar por fin como Carcuro:
O gritar campeones de América, como Medel:
Chile fue campeón de Copa América 2015 con total justicia; fue mejor que todos sus rivales y por fin pudimos celebrar un triunfo a lo grande. Cinco años después, revivir estos momentos a muchos nos sigue poniendo la piel de gallina y da lo mismo si el futuro es un desastre o nos quedamos afuera de más mundiales: en 2015, Chile campeonó invicto superándolos a todos. ¿Lo mejor? Repetiríamos al año siguiente.